miércoles, 20 de agosto de 2008

Nueve meses

Hoy hace nueve meses que salí de casa y entonces 20 de noviembre de 2007 todavía me aguantaba de pie y andaba por casa con el caminador. Lo único que he logrado ha sido confirmar el diagnóstico de esclerosis múltiple.

Pero sigo contando mi peripecia por el “tercer mundo”. Mi llegada fue el jueves en que pasé la noche dormitando en una silla. El viernes fue una locura de llamadas telefónicas para buscarme un destino. Para decirlo breve y llanamente los servicios sociales se desentienden de todo. Tanto viernes como sábado vinieron familiares para constatar el estado de las instalaciones y lógicamente interesarse por mi estado de ánimo. Al final y para acortar el relato, mis familiares me sacan de allí el sábado a las tres de la tarde más o menos. Destino: mi casa.

Desde el sábado 9 hasta ayer 19 he estado en mi cama, en mi habitación. No es fácil encontrar en agosto una silla de ruedas. Para colmo, para poderla entrar en mi habitación hasta la altura de la cama, se ha tenido que cortar un trozo de mueble y cambiar toda una serie de enseres de sitio. Otro problema es que no entra en el cuarto de baño la silla. De todos modos se tiene que comprar una silla de vater y baño, que por cierto parece que la Seguridad Social no costea.

Estando en la cama a pesar de estar sentado en ocasiones, era muy incómodo usar el ordenador portátil, por ello hasta que no he podido moverme por casa, no he escrito. Por otro lado hasta septiembre que me ponen el ADSL no subiré yo lo escrito.

Como sabéis, en este blog nunca he puesto el nombre de nadie. Ahora que voy a tener mucho contacto con estamentos varios y me daré de morros con ellos más de una vez y tendré mil pataletas, pues esto se acabó. Seré implacable. Mi salud y mi recuperación lo merecen y requieren ¿no?

Mañana sigo.

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